sábado, 1 de junio de 2013

Restaurante Azurmendi - 3 de abril de 2012



El Restaurante Azurmendi de Eneko Atxa, galardonado con 3 estrellas Michelin forma parte de un único complejo enogastronómico situado en un lugar privilegiado de Bizkaia, la Villa de Larrabetzu.

Cuando estuvimos allí todavía no había conseguido la tercera estrella Michelín, algo que conseguiría pocos meses más tarde y que le convertiría en el primer restaurante vizcaíno con la máxima categoría.

El restaurante en sí está ubicado en Larrabetzu. El nuevo edificio es un alarde arquitéctonico que involucra el edificio dentro del enterno y la naturaleza. Construído con mucha madera y cristal, es un espacio en el que desde el primer momento fascina a la gente que lo visita.

Recepción del Restaurante Azurmendi
 
La entrada a la recepción fue muy cordial y enseguida vino Eneko Atxa en persona a darnos la bienvenida muy afablemente. Tras un amigable intercambio de palabras con él, algo que nos hizo sentirnos como en nuestra propia casa, se nos sirvió, todavía en la recepción del restaurante,  un aperitivo y el primer entrante del Menú Adarrak que elegimos, una Infusión de pieles de cebolla morada de Zalla.

Tras deleitarnos con el aperitivo, nos dirigimos a la mesa que nos habían reservado cerca de la ventana. El restaurante es moderno y a la vez sencillo y elegante.



El personal del restaurante es impresionante. La profesionalidad unida con una cercanía y respeto en el trato hizo que nos sintiéramos todo el tiempo muy a gusto. Las explicaciones de todos los platos cada vez que fueron servidos, hizo que conociéramos mejor lo que íbamos a comer y, a la vez, ver la sofisticación de la cocina de Eneko Atxa.

El primer entrante que se nos sirvió fue "Huevo de nuestras gallinas, cocinado a la inversa y trufado". Se trata de una yema de huevo a la que se le inyecta trufa líquida caliente que hace que la yema de huevo se cocine. El plato es servido en una cuchara y se tiene que tomar de un bocado. La explosión de sabores en la boca es indescriptible.



El siguiente aperitivo que se nos sirvió fue "Raviolis de vaca Betizu, envueltos en pan de maíz y jugo de legumbres". El ravioli relleno de rabo de vaca y envuelto en pan de maíz, está servido con una salsa reducida de la cocción que guarda toda las esencias. Un plato que a la vista es muy sencillo, pero que requiere de horas de trabajo. El resultado es espectacular.


Os pongo un link de Enetxo Atxa en un programa de televisión haciendo este plato:

http://blog.daviddejorge.com/2012/03/20/robinfood-raviolis-crujientes-de-rabo-tocino-de-cielo-de-cafe/


Para mantener al comensal entretenido se iban sirviendo diferentes tipo de pan (maíz, trigo, espelta...) y un aceite de oliva de los que solo se utilizan en la alta cocina.




Seguidamente se nos sirvió el tercer entrante "Caricia de Mar; Ostra, Salicornia, Tremella iodada, algas y ortiguilla crujientes con aroma del mar". La presentación del plato es espectacular y la puesta en escena digna de Hollywood. Tras servirnos el plato, entró Eneko Atxa y nos deleitó con un aroma del mar que te hacía sumergirte en el Cantábrico y pensar que estabas comiendo a la orilla del mar. Una delicia óptica y culinaria.






Después de esta extraordinaria experiencia, se nos sirvió "Cigala, codorniz, remolacha, jugo de ave y moras de mar". Como el título del plato indica, es una mezcla de sabores que a nadie se le ocurriría mezclar, pero que armonizan perfectamente. La cigala con aromas de grill fue una delicia para el paladar.




La "Alcachofa con patatas, ajo y lágrima de pimientos asados a la brasa" fue quizás el plato que menos me gustó. La alcachofa no tenía mucho saber, si bien la patata y, sobre todo, los pimientos asados estaban exquisitos y hacían recordar a los caseríos del País Vasco y sus extraordinarios productos.




El siguiente plato fue "A modo de estofado de salazones; vegetales, anchoas y papada con bombones de queso Idiazabal". Un plato muy rico para el invierno, con una interesante combinación de sabores y con unos bombones de Idiazabal para los que no tengo palabras... O quizás, como dijo un conocido torero: "En dos palabras: Im...presionante!!!".




El plato de pescado "Salmonetes asados, jugo crujiente de champiñones y toffee de cebolla" es un plato que une la cocina vasca tradicional y la alta cocina. Simplemente maravilloso.





El plato de carne "Pichón, "avellanas", hojas... con aromas de bosque" fue servido en un trozo de árbol a modo de plato. La imaginación del plato y su decoración hizo que nos diera pena comerlo. Las avellanas eran deliciosos pralines. La carne de pichón hecha al punto. Un gran final antes de los postres.





El primer postre que tuvimos la suerte de deleitar fue "Castañas al sarmiento de nuestras viñas". Se nos sirvió una caja de papel en la que dentro había sarmientos calientes de viñas donde encima se situaban las castañas. Una bonita y tradicional idea con un maravilloso sabor.




El segundo postre "Fresas y Rosas" mezclaba dos ingredientes tradicionales que dejaban en el paladar la esencia de los mismos. Es increible cómo se pueden acentuar los sabores... Impresionante. El postre fue servido con otro espectáculo aromático que nos hizo creer que estábamos en un jardín de rosas.




Como final, se nos sirvió una cajita con "Petit fours". Hay que decir que llegamos a este postre bastante justitos, pero hicimos el esfuerzo y, la verdad, es que fue el mejor epílogo que me podía esperar. Tres diferentes postres en miniatura: pastel de manzana, un delicioso bizcocho y una trufa rellena de fruta de la pasión.



 Como colofón se nos sirvió un té que me hizo creer que estaba en el mismísimo Japón. Todo al detalle.



Para acabar, solamente decir que ha sido la mejor experiencia gastronómica de mi vida; unida a un cocinero que te hace sentirte como en casa y un servicio con una profesionalidad increíble. 
Muchas gracias a Eneko Atxa y todo su equipo por la inolvidable experiencia. Eskerrik asko! Seguro que nos volvemos a ver...

Os dejo el link del restaurante para que lo visiteis:

http://www.azurmendi.biz/